Invertir en inmuebles en Colombia: un camino para superar la incertidumbre
Junio 1 de 2020El panorama económico global no podría ser más incierto. El tsunami de la pandemia de SARS-CoV-2 ha arrasado con los mercados mundiales. Las grandes potencias eurásicas aún están buscando caminos para reactivar sus economías, y la situación en las Américas no es más alentadora.
Si esto se suma a que los precios del petróleo –de los principales termómetros económicos– están en uno de sus puntos más críticos en décadas, el escenario parece ser el de una tormenta perfecta con un solo resultado posible: incertidumbre.
Sin embargo, en donde está la crisis también surge la oportunidad. Óscar Orejarena, gerente comercial de la firma Arias Serna Saravia, es uno de los convencidos de que este momento abre oportunidades importantes para la inversión, ya que “a pesar de la recesión, el dinero no dejó de fluir; así como unos sectores están muy golpeados, otros están en su mejor momento económico”.
Esto señala el camino para una posible reactivación de las inversiones, enfocadas en un perfil diferente de consumidor/inversor, que debe entender rápidamente el contexto al que se enfrenta. “No se puede pensar que es el fin del mundo, pero tampoco asumir que todo seguirá siendo igual”, asegura Orejarena.
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El sector inmobiliario –al que pertenece Arias Serna Saravia– es, precisamente, uno de los más atractivos para la inversión en esta coyuntura. Ahora bien, si este es uno de los caminos contemplados para navegar en el mar de la incertidumbre financiera, vale la pena tener en cuenta estas impresiones de expertos en la materia.
Baja volatilidad, alta valorización
Históricamente, el sector de la construcción ha sido uno de los más atractivos para la inversión, dada su estabilidad. Esto implica un menor riesgo al momento de exponer el capital y una mayor amortiguación en coyunturas como la desaceleración económica actual.
Un ejemplo de esto se ve al analizar el informe ‘Situación Colombia. Primer trimestre 2020’, del BBVA Research, que se realizó antes de que la pandemia llegara al país. Revelaba que, a pesar de la desaceleración del sector durante 2019, este año comenzó con buenas condiciones de crecimiento.
No solo hubo una reactivación sectorial consonante con el crecimiento económico del año pasado, sino que las tasas de interés hipotecarias bajaron, generando mayores flexibilidades para los compradores, con tasas fijas y plazos más flexibles. Esto tiene, a su vez, un impacto determinante en la generación de empleo, lo que representa un círculo virtuoso para la economía nacional.
La estabilidad relativa del sector también se une a la rentabilidad que representan los activos inmobiliarios para los compradores. “Es el activo que más se valoriza”, asegura Germán Aristizábal, VPO de HM Propiedad Raíz, compañía dedicada a la asesoría en servicios inmobiliarios.
En esto confluye también Orejarena: “El sector de finca raíz es una alcancía, por así decirlo; lo más importante es su rentabilidad”. Desde su experiencia, la rentabilidad que representan estos bienes es lo que los hace muy atractivos, siempre y cuando se tenga claro el objetivo de inversión.